¿Por qué de tercera, mi General?
Autor: Tolomeo Aliaga Quispe
Por Rogelio Vilcherrez Chozo
Un comentario breve de la novela en Chiclayo este 18 de marzo en el Palacio Municipal de Chiclayo, organizado por “Conglomerado Cultural”.
Buenas noches, apreciado narrador Tolomeo Aliaga Quispe, dignas autoridades, profesores, escritores y conciudadanos.
Gracias amigo Nicolás Hidrogo por brindarme esta primera experiencia de ser comentarista de un buen libro y cabe siempre resaltar el aprecio que todos te tenemos por tus aventuras quijotescas en Chiclayo.
1) Propuesta de una novela reflexiva:
El autor nos alcanza una novela que nos hace reflexionar sobre la jerarquización de los grados en el Ejército del Perú (Suboficiales y Técnicos de primera, segunda y tercera categoría)
El planteamiento de Tolucho es no decir sus puntos de vista con palabras altisonantes ni con hechos grotescos; sino emplea las preguntas reflexivas dirigidas a “Mi General” con respeto y hechos que marcaron su vida militar.
2) Seguimiento del relato:
En este libro tiene los apartados:
1. Tolucho: Adolescente (Recuerdo de sus hermosas experiencias en su querido pueblo Marcavilca y sus Fiestas Costumbristas como: San Sebastián, las corridas de Toros, el jalapato y el cortamonte. Se resalta sus primeros amores: “La Chinita”, “la loquita” y “Mivi”)
2. Tolucho: Joven (Huida a la Oroya y su primer trabajo. En Lima, sus trabajos como peón y vendedor. Anhelo de superarse mediante sus estudios y trabajos. Su “Allica” fue la ilusión en ese momento. También, fue Elvira muy linda y dócil. Teresa fue solamente amiga)
3. Decepción de no haber ingresado en la Universidad del Centro, en la facultad de Arquitectura.
4. Ingreso y Formación en la Escuela Técnica del Ejército.
5. Distinción de ser el Primer Puesto de su Promoción. Sufrimiento por malos entendidos con su Mivi.
6. Su primer trabajo y desempeño profesional. El matrimonio con Yuli y los hijos.
7. Tolucho ya está jubilado y ahora lucha contra la “jerarquización” de los grados en el ejército peruano.
3) Recursos narrativos:
En el prólogo, nuestro amigo Nicolás Hidrogo señala que esta novela tiene un estilo del máximo representante del indigenismo peruano José María Arguedas (novela autobiográfica “Ríos Profundos”).También nos contó Nicolás que el autor ya tenía en mente esta obra desde que era cadete.
Narrador Omnisciente: (que todo lo sabe). El narrador omnisciente es aquel cuyo conocimiento de los hechos es total y absoluto; es decir el autor Tolomeo Aliaga Quispe sabe lo que piensan y sienten los personajes (Tolucho, sus abuelos, sus tíos, sus amadas, sus compañeros): sus sentimientos, sensaciones, intenciones, planes…
Las expresiones en cursiva:
Tolomeo Aliaga utiliza las cursivas como medio para resaltar con énfasis una idea planteada. Lo hace como medio de hacer sentir la protesta de del narrador.
“Yo pensé que sólo a la papa y a las verduras los seleccionaban por calidad”…
Uso de la función fática del lenguaje:
En tanto, Tolucho está siempre trata de tener una comunicación óptima con su mando superior “Mi General”; esto implica que desea contactarse con mucho respeto con una autoridad de jerarquía.
* Refiriéndose a Tolucho: “después de haber logrado con mucho esfuerzo, obtener las tres rayas en el hombro, como suboficial de primera, con el ascenso a Técnico de Tercera, le quitaron sus tres rayas quebradas, lo degradaron, y le dieron una sola raya con hueco. ¿Por qué mi General? (pág. 71)
* En cuanto a Tolucho como Técnico de Tercera: “Sin embargo, el trato en su querida institución era igual, porque aún siendo ya Técnicos “de tercera”, con 35 o más años de edad, con más de 15 años de servicios, con experiencia y antigüedad, nada a pesar de todo eso, muchas veces lo tratan igual que al suboficial de tercera, que recién egresa de la escuela, no había ninguna diferencia, tanto en el trabajo, como en el servicio y se dio cuenta que en el Ejército del Perú, en la práctica, en la vida real, en el cuartel, sólo existen dos grados para los subalternos de mando medio. Simplemente son técnicos y suboficiales. Eso de tercera, de segunda y de primera, aparte de que sólo sirve para denigrarlos, sólo es papel y sólo sirve para hacerlos sentir mal, para hacerlos sentir que son subalternos y que sólo deben cumplir órdenes sin dudas ni murmuraciones. ¿Por qué mi general? (pág 72).
Usa vocativo: “Dignísimo Señor, General de Ejército Jefe del Conjunto de las Fuerzas Armadas” para referirse a la Constitución y al Manual de Código de Ética que no se cumple con los derechos de la persona humana y no respeta la dignidad de miles de seres humanos...de “tercera, de segunda y de primera”. (pág. 96)
También logra ponerse con “algún otro oficial de alta graduación” tuvo como sabia y contundente respuesta: “Oiga, no pregunte cojudeces y vaya a hacer lo que tiene que hacer”. (pág. 84)
Temas abordados:
El autor da un abanico de temas esenciales como:
- Los indicios de las experiencias hermosas de la adolescencia en su pueblo de Marcavilca
- Relación adolescente – madre – padrastro – abuelos – tíos -primos
- El deseo de superación: trabajo – estudio
- Poder de las autoridades militares
- El afecto a la amada
- La reflexión como instrumento para un primer paso del cambio del sistema
Contador de anécdotas:
En la novela, se puede apreciar algunas anécdotas de Tolucho; por ejemplo: En su pueblo, Flashico (cojo) entró al ruedo para torear…y cuando se casa (Tolucho manejó la moto para llevar a la madrina. Luego, buscó una solución para afrontar el pago de la orquesta…)
Visión desencantada del sistema militar:
Mediante este libro, Tolucho – personaje que ya se recibió con honores de su Promoción como Suboficial de Tercera Instructor Militar del Ejército del Perú- tiene una idea constante contra los grados militares: Suboficiales – Técnicos de “primera, segunda y tercera” :
Experiencia: Escuela Técnica del Ejército:
Suboficial de Tercera
“Tolucho se había convertido en un Suboficial de Tercera Instructor Militar del Ejército del Perú. Estaba feliz, pero de rato en rato se cuestionaba: ¿Por qué de tercera? , se sentía mal, uno porque suena mal, otro, porque era de tercera. Y no faltaban compañeros de colegio o amigos del barrio que le preguntaban, ¿Oye y tú de qué te has graduado?, la respuesta era de Suboficial de Tercera. Se sentía mal, o lo hacían sentir mal. Aparentemente estaba contento, ya iba a trabajar, ya iba a cobrar un sueldo, ya iba a tener los medios para subsistir, pero era “de tercera”. (pág. 53).
Durante su trabajo:
Suboficial de Segunda
“Ya casado, allá en Iquitos, continuó con su trabajo y obtuvo un ascenso a Suboficial “de Segunda”, pero él no se olvidaba aquel comentario que le hiciera un paisano agricultor. “Yo pensé que sólo a la papa y a las verduras los seleccionaban por calidad”, aduciendo el grado que había obtenido cuando recién se graduó, “de tercera”; es decir, aquel paisano había comparado su grado militar con la selección que hacen a sus productos cuando cosechan por ejemplo las papas y las verduras y los seleccionan “de primera, de segunda y de tercera”, para su comercialización. Pero pese a ello, él luce orgullosos sus galones, se gana dos rayas quebradas, siente con ello , haber subido un peldaño en la escalera de la vida…Más tarde comprendería que ser de tercera, de segunda y de primera era igual…Las ilusiones de ser y de hacer una trayectoria militar se esfumaban…para sus jefes, para sus subalternos, para la gente de la calle era un suboficial”.(pág. 67)
Suboficial de Primera
“En tanto, continuaba su vida militar, había alcanzado el grado de Suboficial de Primera, ya tenía tres rayas en el hombro y pasaba sus días entre el cuartel, su familia y la radio. Era muy empeñoso, ya era “antiguo”, tenía tres rayas sobre el hombro. Ya lo consideraban, se notaba en el paso de los años”. (pág. 69)
Técnico de Tercera
“Pero si ya era Suboficial de Primera y con este ascenso, volvía a ser de “tercera”, “de tercera” nuevamente, allí se acordó del campesino aquel que le dijo si acaso era papa, zanahoria o verdura que lo seleccionan para comercializarlo; por eso, lejos de sentirse bien por su ascenso, se sintió una vez más decepcionado y triste…y justamente cuando ya había alcanzado ser “de primera”, como todas las demás personas del Perú, cuando ya tenía esas tres rayas en el hombro, que las lucía orgulloso…pero con ese “ascenso al grado inmediato superior”, volvía nuevamente a ser de “Tercera”, Técnico de Tercera …y lo más triste todavía, fue que después de haber logrado con mucho esfuerzo, obtener, obtener esas tres rayas en el hombro, como suboficial de primera, con el ascenso a Técnico de Tercera, le quitaron sus tres rayas quebradas, lo degradaron, y le dieron una raya con hueco. ¿Por qué mi General? (pág. 71)
Tolucho no es pesimista; él desea que esta situación que denigra a los suboficiales y técnicos acabe para siempre y es por eso que usa la reflexión y sustento jurídico.
Tolucho, paradigma de reflexión, de protesta y de lucha inquebrantable.
1. Tolucho se siente feliz ya que en su querido pueblo de Maravilca se encuentran Real Camino de los Incas (Qhaspakñan) y el Templo Sagrado (estructuras de piedras que han constuido una vivienda); pero hace referencia que ese lugar, actualmente, es un chiquero de chanchos. Critica la actitud pasiva de las autoridades del Instituto Nacional de Cultura. (pág. 9)
2. Creemos que Tolucho siempre será ese joven valiente que defendió a sus amigos encerrados en la Comisaría de Concepción por invasores de terrenos comunales; se enfrentó a las autoridades no con violencia sino con “un expediente” para liberar a sus amigos; posteriormente las autoridades de SINAMOS entregaron dicho terreno a los jóvenes intrépidos para el estadio de Maravilca.(pág. 11)
3. Tolucho es sensible ante tanta contaminación que originaba la Empresa CENTROMIN PERÚ: “Veía cerros negros de escoria, los residuos de todos los minerales, no veía esos cerros límpidos y verdosos de su valle, veía chimeneas gigantescas, que nublaban y daban un dolor diferfente, a residuos de metal, ya no veía el cielo de su pueblo…” (pág. 21)
4. Luego, lo vemos entusiasmando a los trabajadores de la empresa privada de gaseosas para que se convierta en propiedad social.
5. Más adelante, se siente destruido porque no ingresa a la Universidad de Centro del Perú; pero tomó fuerza cuando se fue a Lima a postular a la escuela técnica del Ejército (ayudado por su tía Tuca que residía en Lima)
6. En la vida militar, Tolucho demostró superación a pesar de su economía apremiante (trabajó como peón de constructor de viviendas y vendedor de mandiles, cobrador de buses) para estudiar y el trato indigno que le dieron a él y a sus compañeros como “perros”; pero llegó a ocupar más adelante -por su empeño, disciplina y estudio- la distinción de ser el Primer Puesto de su Promoción: Instructor Militar.
7. Luego, vemos a Tolucho que sirve a su patria entrenando a sus subalternos, en los sitios más recónditos del Perú.
8. También, se enfrentó a hordas terroristas en Ayacucho que era una zona roja. A raíz de eso pierde a un ser querido: su mamá; pero en algo le consuela, que será papá.
9. Ahora, a Tolucho lo vemos desde su trinchera de militar en retiro con la misma bandera de lucha de la defensa de los suboficiales y Técnicos que sufren la jerarquización de “primera, segunda y tercera”.
Pues, si se dan cuenta que diferente es Tolucho con el personaje Jaguar de La Ciudad y los Perros ya que éste era un líder violento contra el sistema y emplea el Círculo para tener mejores notas y es disociador para ser un “cabecilla”. Mientras que Tolucho es un líder que soporta los improperios de ser “perros” a los recién ingresantes de la Escuela Técnica del Ejército para convertirse en un excelente líder en base a su esfuerzo físico y desempeño en sus estudios con mérito de ocupar el primer puesto de su promoción.
Ojalá este parangón, puedan ver la fuerza del autor para transmitir sus ideas contra la jerarquización de Suboficiales y Técnicos mediante Tolucho.
A manera de conclusión:
Esperemos que a través de las palabras del escritor Tolomeo Aliaga Quispe sean destellos en un túnel y así más tarde sea un fuego para alumbrar esa oscuridad del sistema jerárquico militar que humilla a los suboficiales y Técnicos.
Deseo que los lectores (ciudadanos, militares en retiro o activos, profesores, abogados, políticos, congresistas, el Presidente…) no respondan como lo dijo un oficial de alta graduación: “Oiga, no pregunte cojudeces y vaya a hacer lo que tiene que hacer…”
Por otro lado los “inquisidores” modernos no lleven este libro a una hoguera como lo hacían en la época del oscurantismo religioso.
Agradezco a nuestro amigo Nicolás Hidrogo por invitarme a ser un comentarista de esta novela de Tolomeo Aliaga Quispe.
Muchas gracias.
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